Curiosa anécdota publicada en el capítulo llamado 'El Amanecer'
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Con Antonio de Jesús torea una tarde en Vitigudino cuando un grupo de aficionados organiza una novillada haciéndose cada uno de ellos cargo de un número de acciones. Se lidian reses de Diniosio Rodríguez, de Villavieja de Yeltes y Santiago protagoniza una tarde desafortunada que mella su ánimo. Lo mella tanto que, a la mañana siguiente, decide ir a Pozo de Hinojo para recoger su muleta, junto a los trastos de torear que guardaba allí y comunicarle a la familia Garzón que dejaba los toros. Al primero que tiene intención de transmitírselo es a Juan Andrés Garzón, la persona que tanto vela por su carrera y en la que Santiago tiene depositada toda su confianza.
– Juan Andrés quiero hablar contigo y manifestarte que he decidido dejar de torear. Vengo a buscar mis cosas, no me encuentro con fuerzas para continuar.
En ese instante un sorprendido Juan Andrés Garzón deja perder su mirada durante unos segundos y, a continuación, con parsimonia le dice a Santiago Martín.
– No pasa nada, Santiago, súbete al tractor que aquí en esta casa siempre tendrás un puesto de tractorista. Pero piénsatelo bien, que tienes unas condiciones muy buenas para ser un gran torero y por una tarde poco afortunada no te puedes venir bajo y desanimarte.
Santiago debe pensarlo detenidamente en su intimidad, sobre todo después de que se enterase don Manuel Francisco Garzón de la decisión que pensaba tomar, por lo que habla con él para darle ánimos, motivándole para que fuera capaz de superar las dificultades y la dureza que se presenta en la profesión. Tras escuchar la sabias palabras da la familia Garzón, que siempre hizo una piña alrededor de Santiago, desde luego que acierta en su decisión tomada. Porque tras ese varapalo sufrido ante sus paisanos de Vitigudino decide seguir su camino torero y, felizmente, dejar en la cuneta la propuesta de convertirse en tractorista.
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